lunes, agosto 11, 2008

Anochecer de un fin de semana agitado







Viernes
Luego de una charla gigante con mi padre en su casa, luego de pelearme reiteradas veces por cuestiones políticas (la rama paterna de mi familia es de raíz marxista) y que él me diga que cree como nadie en el potencial de mis ideas partí con destino de veneno hacía el lugar donde había acordado pasar mi noche. El nuevo alternativa es un lugar algo más chico que lo que habitualmente era. El público, su fauna en sí, no ha variado demasiado en los últimos años. Se podría decir que cuando uno vuelve sobre ciertos pasos lo que encuentra es que el tiempo solo pasa para uno, es decir que los demás y hasta las estructuras sociales se mantienen fieles y jóvenes. Una generosa propina al barman para que hiciera mi trago que no estaba en la carta y adentrarme en el mundillo que dejé de frecuentar hace años. La compañía era excelente, en particular por la presencia de V. Volvíamos al lugar donde todo comenzó solo que más grandes, más íntimamente cercanos y distantes, en contraposición constante. Jugando ese extraño juego de ceder y derrotar. Mi noche del viernes estuvo plagada de cercanías, palabras gritadas al oído y alcohol en desmedida. Y entre tantas palabras, roces y cercanías no pude sentirme más satisfecho. Porque sé con la certeza de una recta que si estoy con V el mundo es más amable, un poco más perfecto. Las columnas de hace años, cientos de noches atrás en otro lugar de la ciudad aún permanecían intactas en este otro lugar pero con sabores potenciados.En el amanecer del sábado y aún con V oscilando mis calles comprendí lo incomprensible; lo que alguna vez Cortázar menciona al hablar de Mozart, las copas de los árboles y la revolución.

Sábado
Es la una y media de la mañana y estoy parado en lo que fue la esquina de mi primaria de elite. El colegio Jean Piaget de la calle Roseti en Chacarita o Colegiales según quien opine. Espero por Lucía que me aseguro iba a llegar tarde con anterioridad de horas ya que según ella siempre llega tarde. Mientras espero pienso en los años en los cuales mañana a mañana iba a esa escuela y que curiosamente mi mejor amiga de esa época se llamaba también como La Maga.Lucía llega a paso apurado y con la elegancia de las chicas bien. Fuma compulsivamente y me cuenta de la sala de ensayos, que hay que apurarse para evitar el encuentro con un ex psicótico que la persigue más allá de las denuncias en la policía. En la casa reparo en que “Chloé” la muchacha de las noches en vela y las concesiones/confesiones es lo más parecido a Mia Wallace que vi en mi vida, el personaje de Uma Thurman en Pulp Fiction, su figura, su casa el tono de su voz y cada una de sus actitudes es cien por ciento Tarantinesca. Me ofrece y fumo con ella mirando los Simpsons y con su golden retriever llenandome de pelos.La noche es linda e invita a perderse un poco por ella, asi que salimos apenas terminamos de fumar y yo algo mareado sigo el taconeo de sus botas. En el primer bar cuelgo y pienso cosas que hoy no recuerdo, se que no hablamos casi nada. Como el servicio era desastroso y a mi compañera no le querían servir un Absolut puro pude ver la cara de odio que tenía. Yo, maricón en algunos aspectos, pido trago de niñas algo que tenia frutos rojos.
Lucía es silenciosa pero su presencia es muy fuerte, genera mucho magnetismo. Ya de vuelta en la calle atrae las miradas de todos los hombres que nos cruzan. Optamos por un umbral y hablamos de muchas cosas vagas, su humor es absolutamente retorcido y negro. Caigo en que su compañía es excelente y que la estoy pasando bien a pesar del sueño. Le ofrezco una pastilla de felicidad que toma con gusto y al rato se la lleva a la boca. La nueva parada es un bar bizarro donde la mina que atiende roza el puton de barrio con la marginalidad de la gente que vive en la calle. Tuvimos una charla muy amena, antes de despedirme paramos en su casa una vez más y esta vez en la intermitencia de la luz de las escaleras volvemos a fumar.
Volví a casa muy relajado, Lucía había prometido hacer su buena acción del trimestre y bancarme una noche. Lo hizo y le estoy eternamente agradecido. En algún momento de nuestro bizarro raid apoye mi cabeza en su hombro y me sentí muy bien. La joven beatnik (que se tomo mi pastilla con una muestra sublime de elegancia) contestando a mi afirmación de lo bizarro de esa noche antes de llevarse el decimo cigarrillo a la boca me sonrió y me dijo: ¿Acaso no todas lo son?

jueves, junio 12, 2008

Las buenas noches del señor Bolaño


2 de Noviembre

He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral. Por supuesto, he aceptado. No hubo ceremonia de iniciación.Mejor así.


5 de Diciembre

Hoy he cogido con Rosario de doce de la noche a cuatro y media de la mañana y he vuelto a cronometrarla. Se vino diez veces, yo dos. Sin embargo el tiempo empleado en hacer el amor fue mayor que el de ayer. Entre poema y poema (mientras Rosario dormía) hice algunos cálculos matemáticos. Si en cuatro horas te corres quince veces, en cuatro horas y media te deberías correr dieciocho veces, y en modo alguno diez. Lo mismo vale para mí.¿Es posible que la rutina ya comience a afectarnos?Luego está María. Cada día pienso en ella. Me gustaría verla, coger con ella, hablar con ella, llamarla por teléfono, pero a la hora de la verdad soy incapaz de dar un solo paso en su dirección. Y luego, cuando examino fríamente mis encuentros sexuales con ella y con Rosario, sin duda alguna tengo que reconocer que con Rosario me lo paso mejor. ¡Al menos aprendo más!

Los detectives salvajes

Roberto Bolaño


Me siento enviciado con el señor Bolaño. Descubrir su talento fue como un renovación con ciertos pactos que me son ingenuamente muy propios. La edición de "Los detectives salvajes" que tengo la compré en la última feria del libro, mas precisamente en el stand de Venezuela. Me salió ocho pesos (para sorpresa mia) debido a que el gobierno venezolano hace ediciones baratas de libros reconocidos para que sean de acceso popular. Su contratapa dice; República Bolivariana de Venezuela revolución de la conciencia.Me gusta Venezuela.

Me pregunto de donde nace la identidad latinoamericana, donde se encuentra en una Buenos Aires vacia de compromisos. Es extraño como algunas cosas sencillamente suceden; creo que la identidad de latinoamérica es una pulsación que llevamos en nuestra sangre porque a pesar de las mutaciones miserables de las sociedades existe un entendimiento inexplicable entre todos nosotros que trasciende las divisiones geograficas del continente. Claro que algunos se han olvidado de ellas o peor aún han hecho lo posible para sepultar esa conexión/complicidad entre nosotros.

miércoles, mayo 21, 2008

Están Muertos


El viernes pasado fui invitado a ver la última pieza teatral de Alejandro Ocón. Una obra que me golpeo de manera sorpresiva. La historia de dos policías de narcóticos infiltrados encerrados en un monoblock es narrada con actuaciones muy sólidas, con un argumento que cuando empieza a sonar conocido gira con gran talento hacía puertos totalmente abiertos. Porque tal vez ese sea uno de los grandes motores de la obra, el hecho de no conocer que es lo que sucede. No sabemos que es lo que se esconde detrás de la puerta pero tampoco lo que es la muerte, lo que viene con ella, por sobre ella, que fuerzas se amontonan en la bitácora de los sueños. “La vida no tiene garantías pero vos precisas de ellas” me dijo alguna vez una psicóloga y es precisamente contra lo que atenta la obra. Nos recuerda con una mórbida dulzura la posibilidad de lo inesperado. En un ambiente tarantinesco (por momentos me venía la imagen de Samuel Jackson en Pulp Fiction cuando le vacían un cargador y ninguna bala lo toca así como también el galpón de Reseirvor Dogs) se nota la mano hábil y profesional de Ocón para darle un timing agobiante a la obra. Quienes hayan visto algunos de los episodios de “Tiempo Final” y de “Historias de sexo de gente común” que él escribió sabrán entender el guiño. Se luce Luis Gianneo en una interpretación descarnada muy bien atenuada en los matices de humor. Con una critica social bien plantada la obra se expande hacía rumbos Cortázarianos , hacía los inquietantes márgenes del realismo mágico.
Ocón ejerce el difícil arte de la creación y según parece desde hace años las musas están de su lado.
Están Muertos es en definitiva un muestrario talento en todo nivel.

Si mi memoria textual no me falla transcribo una de las líneas de la obra:

-¿Pero vos te querés morir?
- Y yo creo que no, pero vos viste como es el inconciente.



Nota de color: Hace muchos años, cuando aún era un purrete recuerdo haber ido a ver una de las primeras obras de Alejandro Ocón (ganador del A.C.E junto con Gianneo por Peceto de Sindicato) si bien no logro descifrar con claridad los acertijos de la memoria, tengo dos constantes a flor de piel: El olor del teatro, apelo a Proust y la memoria sensorial, y cierto pasaje que nunca me pude sacar de la cabeza: “Nací en verso y moriré en verso y aunque esto no sea payada”….No recuerdo más.


Están Muertos
Korinthio TeatroJunín 380 - Capital Federal 4951-3392Horarios: vie 21:00.

La entrada creo que está treinta pesos.
El teatro es muy cálido.
Vayan es una excelente inversión.

lunes, marzo 31, 2008

Cancionero indispensable

En uno de mis vagos esfuerzos por revivir este espacio me lanzo a hacer esta pequeña crónica de las canciones que me han acompañado en varias etapas de estos veinticuatro años, sin orden de importancia ni de ningún tipo. Canciones seleccionadas con algo de nostalgia y que siempre tienen una historia detrás. Interpretes inmensos, canciones magistrales, estribillos inolvidables, acordes básicos y de los otros. Hay muchas más pero empecemos por este puñado. Música para camaleones.

Superstar “Come back to me again and play your sad guitar…”
Los hermanitos Carpenter dieron vida esta magnifica canción, sin embargo es a través de Sonic
Youth que se transforma en un conmovedor himno a la melancolía. A esa tristeza de las ausencias, con esa voz lúgubremente melosa y un fondo sin esperanzas. Superstar es una caída libre al más hondo de todos los abismos ciegos.

Black Hole SunBlack hole sun Wont you come and wash away the rain”
Los noventa fueron años de definición. Parte de mi niñez, Tarantino y su “Pulp Fiction”, la fiesta menemista, la escuela progre, la época dorada mi tan amado grunge y sin lugar a dudas de este tema que me supe aprender de memoria en cada noche de sábado sin planes en casa. La melodía de está canción acompaño cada uno de los lutos por los que tuve que pasar, del éxtasis a la agonía fue también dulce presencia en las mas largas noches
de amor que yo recuerdo. Un verdadero emblema de Soundgarden para los chicos tristes.

Por cierto el video es increíble

Californication “and if you want these kind of dreams It’s Californication”
Otro himno. Demasiados recuerdos: los primeros pasos en la defensa de los derechos humanos, la soledad conjunta, la búsqueda de una identidad que florecía entre dolores de la cruel adolescencia, los amores
imposibles, los recitales, el sexo amenazador , la tentación de las prohibiciones y entre todo eso Californication. El lado oscuro que plantean los Red Hot Chili Peppers de la sociedad distante norteamericana, los sueños tantas veces mórbidos de un imperio corroído, el porno soft y el hardocre, Cobain desde el cielo y todo eso es Californication.

Black I know you´ll be a sun in somebody else´s sky”
Mi canción de amor por excelencia. Amé Pearl Jam para siempre desde que escuché esta desgarradora versión del amor allá hace tantos
años. Canción que ha acompañado noches impunes de tristeza absoluta, de caminar perdido por la ciudad sin rumbo fijo. Tardes y tardes y más tardes de escucharla sin parar, en sus versiones acústicas, en vivo y de estudio. Del primer maravilloso Ten (ese disco rojo de manos entrelazadas que supo albergar temazos como Alive, Even Flow) Black es la cultura del amor negro, de la pasión marchita en estado de latencia, del recuerdo pero también del presente que no olvida. Es el puente que siempre mas allá de las bifurcaciones nos liga a una determinada persona. La mejor versión de todas fue hace unos años en Ferro, con el estadio lleno y la gente que no se callaba, que no dejaba que terminara la canción porque era uno de esos momentos únicos de inmortalidad que rara vez se da. Lo sabíamos las treinta mil personas que copábamos el césped con lágrimas en los ojos. Es el día de hoy que escucho la versión en Ferro y me acuerdo de cada detalle, es el día de hoy que escucho Black y no dejo de pensar en vos.

Like a Friend Why don't you come in Smoke all my cigarettes again…”
Pulp no es particularmente una banda que me guste demasiado, es más creo que el trabajo de Jarvis Cocker como solista me llena más. Lo que no quita que esta canción me resulte tan agradable, tan mágica. La escuché por primera vez en a película “Grandes Esperanzas” y creo que siempre la relaciono un poco con ello (Ethan Hawke corriendo sin zapatos a la bella
Gwyneth Paltrow después de haberla pintado desnuda). En una historia simple en una gran canción de esas infaltables en las tardes lluviosas de semana.

Hurt I hurt myself today To see if I still feel I focus on the pain…”
Canción original de Nine Inch Nails de 1994, una vez mas es el intérprete lo que hace elegirla como una canción indispensable. La versión de
Johnny Cash es devastadora. Particularmente ese disco de Cash es demoledor; “American IV (The Mans Comes Around)”. Hurt es la antesala del fin, la autodestrucción y la nostalgia en un mal coctail depresivo hacen de esta versión algo inmejorable. Entre lo oscuro de lo divino, una colt cargada y una vaso repleto de Jack Daniels se escribe parte la historia Norteamérica del sur. Esa que esta tan cerca del suicido como de la supervivencia y del domingo protestante. Esa historia de la cual Johnny Cash es testigo, verdugo y orador.

Un par de cositas nuestras “Un niño sin brazos que corre despacio es la espera…”
Gabo Ferro es sin dudas la última revelación del talento desmedido. No me canso de sus recitales, de su poesía visceral. Desde su primer disco hasta el último, escuchado el sábado pasado, Gabo se mueve en las líneas de las
emociones sin pudor. Esta canción en particular es también una síntesis del trabajo que este artista puede lograr. Intimidad aguda por doquier, de la que duele y acompaña. Gabo canta los matices de la vida con la fuerza de lo vivido. En esta canción que es latido y belleza uno aprende las reverberaciones de la felicidad.

Aquí el video


Ya haré una actualización enteramente dedicada a él.

Quien fueraCorazón en fuga herido de dudas de amor…”
Silvio Rodríguez escribió esta maravillosa canción que habla de las búsquedas, de la persecución tierna que a tantas veces nos empuja el amor. En la voz del trovador cubano existe ese idealismo que hace de
esta una singular declaración. Porque el amor es también un ideal, algo que se defiende, se persigue y se combate. Verso a verso, beso a beso “Quien fuera” es otra excepcional muestra de calidad amatoria.

Y sin embargo “ y sin embargo un rato cada día te engañaría con cualquiera…”
Joaqu
ín inmenso como solo él puede serlo habla de la sinceridad y las falsas pero nunca innecesarias promesas del amor. De la dificultad de la fidelidad mas allá de amar con certeza de locura a una persona y la necesidad primaria de escapar por los tejados. Sabina a fuerza de honestidad brutal nos enseña el lado menos comercial de las relaciones humanas. “Y sin embargo” se disfruta mejor con maridaje de soledad nocturna y un Cabernet Sauvignon, si es cosecha 2003 mejor, que haya tenido al menos doce meses en barrica de roble francés. Sabina nunca podría hacer dupla con un vino joven.

Everybody’s Gotta Learn sometimes I need your lovin' like the sunshine…”
Tema principal de la película “Eternal Sunshine Of The Spotless Mind” Beck nos canta una dim
ensión distinta, nos lleva y empuja a los rincones vacíos donde se suponía había recuerdos. Duele la falta de añoranza. Beck nos la recuerda como un leve aguijón desesperado. Y las paredes blancas nunca dolieron tanto. Canción para arrancarse las manos y esperar el final arrumbado contra una pared.

Silver Living there's something here that makes us hurt and you say, isn't it love?”
Mi fanatismo por Pearl Jam me llevó hacía las bandas paralelas del grupo, fue así como di con The Rockfords el proyecto de Mike Macready. Hace muchos años en tiempos del ICQ y viajes en tren a San Isidro me aprendí esta canción, recuerdo que era tan especial para mi y la banda era tan descon
ocida que solo se la hacia escuchar a personas que realmente eran de mi circulo mas intimo. Silver Living era la ofrenda que cerraba un secreto pacto de amistad. Lo sigue siendo.

Summertime Your Daddy's rich and your Mama is good looking”
Hay decenas de versiones de esta canción, creo que hay tantos que se han animado a cantarla que han hecho que pierda un poco el misticismo. De todos modos a la que me refiero es la versión de Janis Joplin. No hay palabras para hablar de esta canción en la voz de ella, sencillamente no las hay. Janis esta en lo mas alto del talento musical. Pizarnik escribió: “Así
como duerme la gitana de Rousseau, así cantás, más las lecciones de terror.”

Summertime por Janis es la prueba viva de ello.

Whole Lotta Love Wanna whole lotta love?”
Led Zeppelin, rock en estado puro. Guitarras en su máximo esplendor y la necesidad de partir alguna que otra silla. Euforia por doquier. Uno de los himnos de esta magistral banda que da lecciones de actitud. Tampoco hay demasiado para agregar, tal vez que la canción no es de ellos, pero que sí la popularizaron. Led Zeppelín me encan
ta en absolutamente todas sus canciones pero esta es una de ellas que me renuevan las fuerzas de lo indómito.

All along the watchtower There must be some kind of way out of here Said the joker to the Thief…”
Bob Dylan escribió esta canción, a mi entender una de sus mejores creaciones. Llena de hermosas imágenes y denuncias, de protesta. Representa toda una época, un paisaje de lucha que se hace canción llegand
o de generación en generación a todos los amantes de la música. La versión de Hendrix, según dicen la mejor de la historia, es un quiebre de todo lo conocido. No habrá nunca nadie que la toque como él. Hendrix toca y abre caminos lisérgicos difícilmente irreales.

Solo algunas de mis indispensables. ¿Cuáles son las suyas? Razones.

domingo, junio 10, 2007

Excusas varias



Hay noches heladas en las que me gustaría poder hacerle el amor a una chica con boina. Claro que si tuviera que pensarlo diría que no hay mejores amantes que las artistas plásticas. Debe ser por una cuestión de humanidad al servicio de la creación y sus formas. Porque el arte, como escribió sabiamente Thomas Mann, es vida potenciada. Consumir/se sobre las comisuras de una artista vale mas que una docena de coronas frías o el anonimato de las letras. Personalmente cambiaría todas esas sutiles victorias por el cuerpo redondo de una mujer creadora. Ser parte de ese ritual lascivo donde conjugamos placeres animales con las muestras de la ternura barroca, amarrarse con furia a las piernas, y derramarse sobre una boca húmeda supera con creces cualquier descripción de un poema del griego Kavafis.

Y sin embargo ya se ha escrito todo, todo nuestros verbos han sido pensados por alguien y pertenecerán al imaginario de poetas no nacidos, en la vaga existencia y su carencia de orginalidad yo presumo que esta noche en la cual no hay mujer con boina un puñado centenar de otros habrá andando sobre esta frustración desolada. Aprendimos a callar nuestras predilecciones por lo erótico, rara vez elegimos con la sonoridad digna de un amante enaltecido la compañera que en la que deseamos aventurarnos. Pareciera que no somos capaces de decir; “Si señores, me gustan las mujeres con boina” o “solo penetraré cuerpos que murmuren lazos violetas”, el conformismo se ha expandido llegando no solo a las marquesinas de nuestros balcones sino también a las decisiones mas intimas que se supone nos corresponden. Propongo una sublevación hacia los facilismos conjurados, volvamos a deshacer el tejido viciado que nos envuelve y hagamos ejercicio de nuestra extravagancia a la hora del placer.

Una noche cabaretera aprendí que si no hay un refugio al cual volver todo resulta en vano y lo que antes exaltaba los sentidos pronto cercará los caminos de la nausea. Así sin más revelaciones emprendí el retorno avenida abajo y los destellos de soledad nunca fueron tan apaciguadores.

Quiero volver sobre algunas calles y retornos, sobre las métricas bocas que solo duran lo que la impaciente conquista logra. Quiero llegar (llover) sobre esa mujer con boina que es más que refugio y menos que destino. Brindar con su humedad los látigos de felicidad y dormirme sin más, en la hermosa censura de arroparse con un cuerpo desnudo. Al menos ese es mi deseo, mi extravagancia, dos tercios de mi identidad.

martes, mayo 02, 2006

Follie a Deux

La hoja del prospecto temblaba entre los dedos de Vargas. Las seis cápsulas elegidas le resbalaban por el esófago cuando el sonido de un auto al pasar lo distrajo. Asomo su cabeza desde la ventana de su cocina y vio una polvoreada pegajosa que invadía las calles diluyendo la estela de ruido que dejaba el automóvil. Arrimo la única silla de la cocina a la ventana y se sentó pesadamente a esperar. Recordó que unas horas antes había pensado en ir a una farmacia luminosa o bien pasearse por las góndolas de un hipermercado huyendo a la soledad histérica de las aglomeraciones. Después de todo no hubiera sido la primera vez que uno de esos santuarios comerciales le salvaban la vida. Él había descubierto su secreto hace unos meses cuando quebrado de toda esperanza por el despido repentino de su trabajo, después de quince años de servicio, sintió el impulso eléctrico de meterse en un supermercado. Entre los pasillos y la voz mecánica de los altoparlantes que ofrecía descuentos de hasta un tres por ciento en la compra de productos lácteos entendió para siempre que los grandes centros comerciales están diseñados para huir de la muerte. Ni los tumores, ni las camillas de los hospitales públicos, ni siquiera la idea de una bañera con agua tibia y la hojita de afeitar a un costado podían ingresar a ese mundo paralelo donde convivían los sobres de jugo con las refrigeradas carnes. Se lo había comentado a Martina una noche mientras cenaban en la casa de ella. “ A veces tenes unas ideas tan raras que si no fueras mi primo te tendría miedo”. Martina nunca lo entendía del todo y en mas de una ocasión se sentía incomoda con su presencia, sin embargo había aprendido a quererlo. Después de todo fue él quien le facilito el dinero para el aborto cuando Mauricio la había dejado. En cambio Vargas si la entendía por completo, admirando silenciosamente sus mediocridades, su trabajo en la farmacia de la calle Arrayanes, sus amigas burdas y gritonas que abrazaban como ella el sueño de triunfar en Buenos Aires. En algún punto el sabia que se parecían demasiado, que ella era un manojo de ilusiones espejadas como las que él tenia o había tenido. Le hubiera gustado salvarla, darle la posibilidad de cumplir sus sueños, tal vez ahora que él había tomado la decisión todo le seria más fácil. “Luego del entierro podrá poner la casa en venta, sacar el pasaje y alquilar algo en la Capital. Así va a poder vivir unos meses hasta que encuentre un trabajo que le deje tiempo para las audiciones de la tele”.
Encendió un cigarrillo, el primero después de cinco años de sana abstinencia, pero le encontró un sabor metálico, a monedas o llaves. Inmediatamente lo apago contra la mesa de madera mientras se preguntaba porque las pastillas no hacían efecto. Una vez mas tomo el prospecto leyó pausadamente y tomo el frasco tembloroso. Giro la tapa y trago seis pastillas más. Le gustaban los números pares, ya sumaban veinticuatro las pastillas en su cuerpo cuando empezó a temer que una vez más (lo que seria la quinta desde que lo había decidido) tendría que repetir el ritual de leer y tragar. Tragar, esperar, pensar, leer y volver a tragar.
El sonido violento del timbre fue lo que lo arranco de los vértices del sueño negro, se incorporo torpemente y se dirigió a la puerta. Abrió sin preguntar encontrándose con los ojos verdes de Martina que lo miraban alegremente. “Que cara que tenes. Te desperté, perdóname. Lo que pasa es que tengo una buena noticia que quiero compartir con vos”. Entro apresuradamente al comedor dejando la cartera sobre la mesa, miro su celular antes de guardarlo y se sentó holgadamente en uno de los dos sillones de mimbre. A Vargas le costaba discernir si se trataba de un sueño o si en verdad Martina esta allí sentada en su comedor hablándole. Se apresuro en ir a la cocina a esconder las pastillas y el cartón de vino casi vació. Ella podría ver los elementos cómplices, deducir que es lo que había estado pasando horas antes de que llegara, todavía estaba a tiempo de llamar una ambulancia, todavía existía una posibilidad, eso era algo que Vargas no podía permitir. No quería preocuparla, no era justo. Con la excusa de preparar café se refugio en la cocina que para ese entonces parecía mucho más chica y lenta que de costumbre, el plato en la pileta y las tazas comenzaban a desdibujarse en la mirada nublada. Haciendo un esfuerzo sobre humano abrió la heladera, saco el saché de leche y se lo llevo a la boca derramando todo el contenido en su boca. Escuchaba a Martina que le hablaba en la habitación contigua, al principio las palabras eran avispas que zumbaban sin eco, pero de a poco pudo centrar su atención, fue mas que nada la palabra Buenos Aires lo que ato su atención. La silueta de curvas apareció en el marco de la puerta de la cocina. Asombrada al ver la cara de su primo cubierta de leche Martina le pregunto si no era mejor que ella preparase el café, Vargas asintió y apoyándose contra las paredes se fue a sentar al comedor. Martina apareció con la bandeja de lata y las dos tazas humeantes, le acerco una y se sentó frente a el con mirada comprensiva. “Parece que tuviste una noche difícil. Sé que no vas a querer contarme, nunca lo haces, pero yo te traigo una buena noticia que seguro te va a alegrar. No te voy a robar mucho tiempo. Te estaba diciendo que me salió una oportunidad bárbara. A Maricel le surgió la posibilidad de irse a Buenos Aires, el tío de ella trabaja en un canal de cable y necesita dos chicas lindas que estén en un programa naturista, que hagan de modelos mientras les ponen crema o les hacen tratamientos de belleza al aire. Me ofreció irme con ella y le dije que le iba a contestar, pero ya decidí que si, que me voy. Renuncie en la farmacia y un cliente amigo me dijo que el hermano alquila un departamento en la capital, por congreso, en la calle Solís creo. Esta a muy buen precio y con el trabajo ese voy a poder pagarlo. Después de tanto tiempo de soñarlo ¡primo se me dio!”. La voz de Martina era de felicidad, de una felicidad extrema, demasiado extrema, incluso para Vargas que la escuchaba atentamente como si nunca hubiera tomado las pastillas, como si nunca hubiera abierto el cartón de vino. Se disculpo y le dijo que necesitaba ir al baño, pero que se alegraba por tal noticia que antes de irse pasara otra vez y que él le prestaría algo de dinero. Martina sonrió al escuchar a su primo, miro el reloj en su muñeca y se incorporo para despedirse de él cuando este volviera a la sala.
En el tercer cajón del ropero de la habitación de Vargas esta la caja de herramientas. Ese fue el cajón que abrió en busca de su caja. Por un momento la somnolencia lo invadió, y las piernas se le aflojaron pero se repuso súbitamente. Atravesó un pasillo fantasmal sin hacer ruido, al finalizar la vio con la cartera en el hombro de espaldas hacia él mirando una foto de ellos juntos, la única foto en la casa. Martina pudo sentir la presencia de él a sus espaldas, e incluso pudo escuchar el movimiento del aire cuando este se abre por que un objeto esta por ser impulsado, incluso pudo girar un poco su cara para mirar hacia atrás antes de que el martillo estallara en su pómulo izquierdo. El golpe fue tremendo, le deshizo parte de los huesos de la cara y los dientes. El cuerpo de Martina temblaba sobre el piso del comedor, gimiendo y con los ojos inyectados en terror. La ultima imagen que se llevo fue la de su primo asestándole cinco golpes mas en la cara con el martillo ensangrentado, a Vargas le gustaban los numero pares.

El Perseguidor